Los hongos son un grupo de seres vivos diferentes de las plantas y de los animales, razón por la cual se clasifican en un reino aparte llamado Fungi. La ciencia que los estudia se llama Micología (Mykes=Hongo y Logos=Estudio). Poseen gran capacidad de adaptación y pueden desarrollarse sobre cualquier medio o superficie, tanto en los bosques como en las ciudades. Se reproducen por medio de esporas, las cuales son diseminadas principalmente por el viento y por el agua.
Juegan un papel descomponedor, ya que transforman la materia orgánica en sustancias más simples y asimilables por otros seres vivos. Pero también pueden desarrollarse formando asociaciones de beneficio mutuo con raíces de plantas (micorrizas) y con algas dando origen a los líquenes --que son organismos totalmente diferentes a las plantas y a los mismos hongos--, mientras que algunos crecen sobre otros seres vivos produciéndoles enfermedad o incluso la muerte.
Los hongos han jugado y juegan un papel muy importante en la medicina, la industria y la alimentación. La era de los antibióticos se inicia con el descubrimiento de la penicilina, obtenida a partir del hongo Penicillium notatum; asimismo algunos hongos son importantes en la industria de quesos, cerveza, vinos y otros; además de la excelente fuente de vitaminas, proteínas, fibra y minerales que constituyen los hongos comestibles.
La palabra hongo proviene del latín fungus, que a su vez proviene del griego sphongos o esponja tal vez por la capacidad que presentan para almacenar importantes cantidades de agua.
El estudio de la taxonomía y filogenia de hongos, se ha basado en diversas técnicas desde la morfológica hasta las moleculares. Debido a la propagación sexual y asexual de los hongos se generó un sistema dual en su nomenclatura bajo el enfoque morfológico, el cual tiene grandes limitaciones, sin embargo con el desarrollo de técnicas de biología molecular, y particularmente con la estandarización para su aplicación práctica y rápida, se ha podido superar en parte esta limitación, así mismo la aplicación de estas metodologías permiten un sistema de clasificación que toma en cuenta la historia evolutiva de los hongos. Las metodologías basadas en PCR han empleado diversas técnicas tales como el RFLP, RAPD, AFLP y DAF para la identificación de hongos, y recientemente un enfoque integral (polifásico) ha revolucionado la sistemática de hongos, incluso se ha propuesto de manera formal una nueva clasificación en los taxa superiores del reino Fungi. La iniciativa del código de barras del ADN de la vida, propone una alternativa novedosa para la exploración de la diversidad biológica, además permite utilizar secuencias de ADN estandarizados para su aplicación en la identificación a nivel de especies de los hongos de manera rápida, precisa y universal, con el potencial de ser automatizada.
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